sábado, 12 de octubre de 2019

CREATIVIDAD EN EL MUNDO DE LAS IMÁGENES

CAPÍTULO 7: CREATIVIDAD EN EL MUNDO DE LAS IMÁGENES

Manejar los códigos creativos de las imágenes es un arma excelente para desarrollar con éxito múltiples actividades; desde el cine, la televisión o la publicidad, hasta las pasarelas de moda o la presentación de ideas audiovisuales en las convenciones de ventas.

1  Preparar a la audiencia, anticipandole el desenlace

Es un viejo truco muy empleado en el cine desde los primeros tiempos. Se trata de hacer que el espectador juegue con ventaja sobre los protagonistas de cualquier historia, permitiéndole anticiparse a los acontecimientos y disfrutar durante más tiempo del desenlace final. En las películas de Hitchcock es el recurso más repetido: la chica de Psicosis está en la bañera duchándose tranquilamente, mientras los espectadores pueden ver a su asesino acercándose con un cuchillo en la mano. La escena dura una eternidad y todos sabemos ya de antemano cuál va a ser el final,
pero sufrimos y nos aterrorizamos en la butaca esperando con angustia ese momento.

2  Dejar que el azar cambie el sentido de la acción

Igual que lo previsible funciona cuando es el personaje el que se ve sorprendido y el espectador el que conoce de antemano lo que va a pasar, también funciona cuando sorprendemos al espectador con un guiño de última hora. En las viejas películas de cine mudo, Buster Keaton, Harold Lloyd, Stan Laurel y Oliver Hardy, Fatty Arbuckle, W.C. Fields y Charles Chaplin exhibían un dominio completo de esta técnica. El típico bofetón que va recibir el protagonista, pero que, al agacharse éste, acaba en la cara del policía, o

la tarta –un gag repetido cientos de veces, tanto en el cine mudo como en el sonoro– que va a parar siempre a cualquiera menos a su destinatario. Son recursos que repiten el mismo esquema: una acción previsible –ya que el espectador sabe de antemano lo que
va a pasar–, pero que no acaba nunca como estaba previsto.

3  Degradar a los personajes

Hacer que los personajes pasen apuros, tengan contratiempos y se vean envueltos en peripecias que los degradan, siempre produce risa cuando el contexto naturalmente es humorístico. Y cuanto más importante es la degradación, mayor es la risa que provoca. Que resbale un administrativo en su oficina delante de todos sus compañeros puede tener gracia, pero si el que resbala es el primer ministro en el momento de entrar en el Congreso de los Diputados, rompiéndose además los pantalones y quedándose con el culo al aire, el efecto será realmente cómico.

4  Tomar las palabras al pie de la letra

Cuando el juego con las palabras se lleva también al mundo de las imágenes, el efecto cómico se multiplica, porque lo absurdo se potencia y se hace más obvio el chiste, lo que facilita su comprensión por todo tipo de públicos. Imaginemos la típica escena de la mujer y su amante sorprendidos por el marido en la habitación. Es una habitación de un chalé, con una puerta que da directamente a un jardín exterior. Cuando el marido entra en la habitación desde otra puerta interior, el amante recoge tranquilamente su ropa y, dirigiéndose al marido, como dándole explicaciones, le dice: «Estoy esperando el autobús». En ese momento, vemos que efectivamente un autobús aparece en el jardín, parándose
exactamente ante la puerta de la habitación.

5  Y como regla general trastocarlo todo

Salirse de lo convencional, cambiar el sentido de la realidad, saltar por encima de la lógica; ésas son siempre las claves de toda creatividad. Algo que no debemos perder nunca de vista, ya se trate de escribir textos, de realizar imágenes o de inventar situaciones.

Todo es válido para romper los esquemas racionales, para sorprendernos y hacernos reír.

No hay comentarios:

Publicar un comentario